lunes, 4 de septiembre de 2017

...y luego la otra


Sinuosa entras en mi boca…como buscando… como queriendo llegar… aspiro tu aliento, llenándome de una esencia con la que soñaba… la frontera prohibida de tu cuello cede al avance de mis dedos, que te buscan… un escalofrío recorre tu espalda… mi tacto te quema… 

Sientes ahora mi aliento en tu oído, oyes las prosas que te recito casi en silencio, con melodías prohibidas… a media voz… suspiras por la anticipación…

Toco tu corazón para sentir la velocidad de tus latidos… tú sientes mi mano apretar tu pecho que crece… en este momento odias la ropa, una mínima capa de tela que separas esas yemas ardientes de tus turgencias…

Un botón… y ahora otro… uno a uno abandonan la seguridad de su ojal para dejar libre tu desnudez… que es invadida por mis dedos… suavemente recorro tu geografía generosa de mujer… lentamente… tenemos todo el tiempo del mundo.

Abandonando el terreno calido y suave de tus labios mientras los sentidos se agudizan… el tacto al sentir tu piel erizada; el olor de los valles y montañas de tu anatomía; escucho tu respiración agitada y entrecortada en el vaivén marcado por la pasión; mi boca se endulza con la sal de tu placer destilado y ante mis ojos aparecen… bellos y majestuosos… excusas y pretextos de locuras… invitaciones al pecado… gula de lujuria…

Gemidos suaves… ojos cerrados… te rindes… te entregas… movimientos circulares dibujando los botones de rosas a punto de explotar de tus pezones erectos… me lleno de tu sabor… de tus diferentes aromas… de tus texturas… de ti…

…mientras tus manos recorren mi cuerpo y comienzan a luchar con mi cinturón…