lunes, 27 de abril de 2020

Nocturno 1


A veces me sorprendo abrazando tu recuerdo. 

Tu recuerdo que no es otra cosa que humo... una esquina de la sábana mal colocada en el colchón, o un camión cruzando en rojo un semáforo en medio de la noche, en esta ciudad que no le importa nadie y, poco a poco, a mi menos.

Tu recuerdo, que siendo tantas cosas, me duele tantas veces y de tantos modos y por tanto tiempo, tanto, tu recuerdo...

Y a veces me sorprendo recitando de memoria tu cintura, de memoria, los cabellos que dejabas sueltos en la cama. Tu ropa regada por el suelo, como un renglón equivocado de la vida, los platos sucios en la cocina. Tus bebidas favoritas. El café de las mañanas... De memoria.

Y de cuán poco nos sirve la memoria y el recuerdo si esencialmente, y por encima de todas las cosas, venimos a ser, a día de hoy, un poco de olvido y un poco de lamento.