lunes, 22 de mayo de 2017

Los finales perdidos...

Esta no es una teoría valida, ni tiene forma de rebatirse. Tampoco es el resultado de un largo estudio o reflexión filosófica, simplemente es mi esperanza que busca un poco de consuelo esta noche larga y con memoria. De todas formas, nadie sabe a ciencia cierta que hay detrás de todas esas variables que no podemos cuantificar. Si el destino está escrito o si el tiempo es irreversible, siempre serán enigmas para nosotros.  

Yo he decidido creer, como leí por ahí, que en algún lugar del mundo alguien está escribiendo el libro de los finales perdidos; y están contando nuestra historia tal cual empezó, pero con un desenlace diferente. Esa persona conoce mis errores y tus silencios, y sabe qué debí decir y qué debiste hacer, describe el beso que nunca te di y reproduce nuestra charla después de hacer el amor por primera vez. Él me puso el coraje que me faltó esa noche en la que hablé demasiado y dibujó tus manos alrededor de mi cuello como nunca lo hiciste. 

El libro tiene todos los finales que hemos perdido, ese donde tú y yo criamos juntos a un niño precioso y todo lo que buscabas te lo pude entregar. También escribe, porque no, otros finales nuestros, con otros personajes y en otros escenarios.

Y en alguna página, o en cualquier capitulo, debe contar la historia que estamos viviendo, todo lo que hemos pasado después de la noche en que el camino se bifurcó y la mala fortuna de morir sin tu amor. 

Migajas

Andaba sentado mientras se escuchaba el desfile de los grillos alrededor de aquel lugar. Yo me iba desarenando, desagregando, mis manos se disolvían ante mi atónita mirada. Quería gritar, escapar, pero era un poco tarde para cambiar todo eso. Me estaba convirtiendo en migajas de mí y las primeras hormigas curiosas ya habían dado con mi paradero. Mientras ellas marcaban el camino y se llevaban los primeros trozos. Yo pude verla a lo lejos. Era indescifrable su verdadera imagen, pero no importaba en esta instancia. Mi fe movió infinidades de constelaciones, tapó los hoyos negros, logró expandir y juntar el universo, volver a encaminar nuestra creación y sin embargo ella sigue tan lejana a mí.

Quizás no se comprenda bien. Era jueves ese día en que la conocí. Tenía grillitos en la garganta que ocultaban el verdadero sonido de su voz. Era inevitable nuestro encuentro, era inevitable porque la busqué, le hablé, le sonreí y fui capturando como una hormiga cada trocito de ella que iba cediendo al hablar, cada expresión, tiempo, sonrisas, querer...
 
Era inevitable y era jueves ese día. Yo andaba con una guitarra o jugando a acariciar sus delgadas cuerdas, repetía las canciones en coplas más pequeñas, melodías más cortas, buscaba comprimir sonidos, dejar los caminos entre las cuerdas de este instrumento. Encontró esos caminos, entre mis cuerdas, entre mis dedos. Tenía zapatillas azules con adornos del mismo color, sus piernas se recorrían con gusto, su vientre tenía un reposo, sus pechos los fui escalando, en su cuello me deje resbalar y en sus labios fui armando un refugio con sabanas de tus parpados. Descubrí sus sueños, me encanté con ellos, descubrí sus miedos y me espanté también con ellos. Es cierto no está, ni remotamente, tan cercana a mí. El invierno queda en el camino, yo me desmorono, me desagrego y sigo sin poder lograr volver a capturar lo que nos unió en otros tiempos.

Y tú qué sabes de mí? De los viejos faroles, de las calles altas, de las ventanas abiertas esperando el viento que ya ha pasado por los abandonos de las azoteas. Qué sabes de mí? Sabes que a esta altura no he aprendido a volar, a esta distancia no te puedo alcanzar? Acaso has visto las lucecitas que escapan de los edificios sin temor a la neblina. Me ves que estoy en medio de la calle caminando solo, después de haberte dejado casi todo en el cuarto contiguo.

Disculpa si extravié tu risa y confundí tu mirada, si éste vientre en el que reposo no es el tuyo, perdona si esta noche de ventanas abiertas te sigo teniendo tan distante a mí. Es complicado alcanzarte, quiero que lo sepas bien para cuando te animes a girar la mirada. Es complicado alcanzarte si se están llevando migaja a migaja mi ser.

martes, 16 de mayo de 2017

Bailarina de arena

Bailarina de arena, juegas con el mar y bailas con el viento, soplidos en una mañana preciosa. Eres tú quien salta por la orilla? jugando con los cangrejos que habitan la arena y coqueteando con el sol que, iluminando tu silueta te muestra más seductora. Bailarina de arena, no te cansas de las horas? dejas al agua armar la melodía y tú saltas estirando las piernas de un lado a otro, corres por toda la orilla dando giros cada cuando, cada tanto y el viento cómplice hace bailar también a tus cabellos. Tus manos de arena, finos dibujan pequeñas figuras en el aire. Le declaras tu amor al sol? Bailarina de arena ya se acaba el día y te veo aún, cada vez más exigua, imperceptible, sigues bailando a pesar que el viento te va borrando, los soplidos cada vez más fuertes te van quitando de a poco los trocitos de arena y el mar ya crecido debilita tus piernas bailarinas. 

Aún así te quedas dándole el último espectáculo, antes de que se despida a lo lejos tu bien amado y simule ocultarse en la profundas aguas. 

Bailarina de arena, te vi dar ese pequeño giro final, debo confesar que te veías más que encantadora.

lunes, 15 de mayo de 2017

Miedo

Sentir… La vida está resumida en sentir. 
Miedo, rabia, dolor, amor… 
Negarse a esos sentimientos es sentir la muerte.   
El problema es cuando los sentimientos te dominan y toman el control de tu vida. 
Pero que al reconocerlos, y hacerlos tuyos, vuelven a estar sometidos a tu voluntad.

Ya no tengo miedo.

Yo? Qué se yo de eso? No sé nada.

El amor, el heroísmo, la pasión? 
Quién me manda a mi a escribir sobre cosas que no tengo la menor idea?

Sobre el miedo tendría que escribir…

El miedo? Podría escribir una conferencia completa.

Por miedo te perdí
Por miedo tengo un trabajo que odio. 
Me fallé a mí mismo, a mi hijo.

Perdón, pero estoy un poco emocional… No quería.

Yo siempre pensé que lo que tocara se iba a convertir en oro. 
Y mira tú… 
Todo lo que toco se convierte en mierda.