Me encanta mirarla cuando no se percata.
Ahí, cuando se cruzan las miradas...
-En qué piensas?
Le pregunto.
- "En nada"... Eso decimos cuando pensamos en todo.
Por eso me encanta mirarla cuando no se percata.
Porque por un momento, mientras ella piensa en todo...
yo sólo pienso en ella....
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