sábado, 21 de mayo de 2016

Pues sí...


Pues sí, aquí estoy de nuevo frente a ti. Sacando ideas y sentimientos, como un traductor, como un espejo, como un extractor.

Trazando figuras sin forma de lo que mi mente captura, en un vaivén de destellos que amenazan mi razón.

Cuestionamientos que no conocen límites en número y proporción. Que me hacen sentir vivo, palabras al fin, sin alguna pretensión.

Pues... no pretendo que me entienda entidad alguna, fuera de mi.

Aquí estoy, como ayer, como siempre... Que me puede faltar el aire, y aún así... seguiría buscándote dentro de mí.

A quién le explico lo que significas, lo que vales, lo que me haces sentir
A quién le cuento que contando contigo hago cuentos sin fin
A quién le importa lo que traigo dentro, si lo traigo por ti
A quién le escribo que entienda lo que siento, lo que cuento... si no es a ti.

Las letras dibujan la figura de mi rostro, que nada tiene que ver con lo que los demás alcanzan a ver o adivinar de mi.

Que cosa tan simple y tan compleja que eleva mi sentir.

Solo tú, nadie más que tú, que dejas pasar las palabras como agua de río y te quedas con lo que te hace sentir. Que no juzgas las líneas, los verbos, entiendes que lo que escrito con el alma se lee con el corazón. Que no hay palabra gris ni de más, que cada línea tiene sentido específico, en un desesperado intento de mostrar algo más de lo que entiende la razón.

Pues sí, hoy de nuevo aquí... con las manos llenas de intangibles para dar, que por ser invisibles tienen tanto valor, pues me definen, me tienen, me llenan, y dan sentido a mi vivir.

Que no soy tan pequeño como el espejo dice...

lunes, 16 de mayo de 2016

En el viejo continente (Continuación de "Una malagueña en el Caribe")


En un bello pueblo al sur de España... dentro de una tasca, compartiendo con sus amigos... en la radio suena la "Malagueña"... avalancha de recuerdos que lo dejan confundido por unos segundos... sin aliento... la voz... "sabía que nos encontraríamos..."

Por unos segundos no reaccionó, el torbellino de emociones que sentía en su alma no era descriptible. La voz... esa voz; ronca y sensual, casi un susurro, dulce como la miel y embriagadora como el brandi, mezcla de canción ibérica con conjuros hipnóticos de sirenas, lo envolvió y lo llevó al pasado... al día más maravilloso de su vida.

Al voltear estaba ella, justo como la recordaba, justo como la había olvidado... hasta ese momento... se abrazaron y se fundieron en uno solo... un solo ser que resumía una historia que no estaba escrita aún... pero no se besaron... ninguno de los dos lo intentó...

Ese día ella le mostró su España, que no era necesariamente la que él había ido a buscar... pero era de ella, razón suficiente para amarla... caminaron de la mano, rieron, ella le enseñó a tomar el vino tinto con refresco de limón y el vino blanco con Sprite, él le preparó la mejor sangría que había probado en su vida, mejor que cualquier español como decía orgullosamente... se pusieron al día, se volvieron a conocer... ella se alegró al saber que él tenía novia, pero que estaban mal y que seguramente terminarían cuando regresara... él se descubrió sonriendo al enterarse que ella tenía varios meses sin ninguna relación...

Fue frente al Mediterráneo que se rindieron... ella hablaba de sus planes, él escuchaba ajeno a la magnificencia de paisaje que tenía al frente, eso no le importaba... ya lo sabía en ese momento... ella miraba al horizonte, mientras él se acercaba... la voz ronca, de melodioso acento andaluz, se vio interrumpida por un beso... un beso que duro eternamente y que marcaría sus destinos... cada uno llenó su alma del otro... se convencían mutuamente sin palabras... cuando se separaron ella le preguntó; si ya lo sabía... él respondió que si... ella le preguntó si estaba seguro... y él nuevamente respondió que si... y ya no regresó, se quedó con ella en un hechizo eterno de canto de sirena...

lunes, 9 de mayo de 2016

La chica que escribía poemas sentada al lado de un río


- "No lo lograrás!"- le susurraba el río mientras ella meditaba.

Siempre pensó que el sitio la inspiraba... el aire puro, las gotas que salpicaban, la sombra de los árboles, el sonido del agua, el silencio... la soledad... había un ambiente mágico que la hacía entrar en una especie de trance en la que escribía los más bellos versos... pensaba que era ella quien los escribía...

A veces incluso se quitaba toda la ropa y comulgaba con la naturaleza, su única compañía eran los cantos de las aves y el murmullo del río... cuando se bañaba en sus aguas, a pesar de las bajas temperaturas de la misma, sentía calor, como si miles de brazos la arroparan y acariciaran... cerraba los ojos y podía ver los dedos líquidos dibujando paisajes en su cuerpo... en ocasiones le escribían frases de amor, las cuales trasladaba a su cuaderno y las convertía en poesía...

Melodías naturales de amor verdadero... sentimientos vegetales que flotaban en las hojas llevadas por la corriente... el río la amaba... y siempre se lo decía... ella lo percibía, pero creía que se escuchaba a si misma...

Esperaba impaciente el día de la visita de la chica… se vestía con sus mejores colores… procuraba que las flores estuvieran más vivas que nunca… y componía las mejores melodías que producía su imaginación…

Llegó el día en que ella brillaba con luz propia… el río lo notó… estaba radiante, pero no era la misma… algo había cambiado… estaba enamorada… y lo gritó… lo gritó al día, a la naturaleza, a Dios, al agua, a la tierra… en fin, al universo…

Se quitó la ropa y se sentó en el mismo sitio donde lo hacía siempre… buscaba inspiración para crearle una poesía a sus sentimientos, lo que sentía en su corazón… cerró los ojos… quería describir lo que vivía su alma, para así descubrir la forma de llegarle al amor definitivo…

- "No lo lograrás!"- le susurró el río mientras era meditaba.

No se dio cuenta cuando las aguas empezaron a subir… la corriente se hacía más y más fuerte… ella sonreía absorta bajo el influjo hipnótico de la música que producía un instrumento invisible, creado por miles de teclas de piano con forma de gotas transparentes…

Al final del día el ambiente era más acogedor que de costumbre… había magia, amor y deseo en el aire… aroma a duraznos… cantos inspirados de aves… mariposas que creaban frescos abstractos con el óleo de la luz que se colaba entre las ramas… un lápiz olvidado en un roca… unas hojas de papel que flotaban en el agua… no había nadie a la vista… pero el río estaba feliz… 

para siempre…

miércoles, 4 de mayo de 2016

El Libro


La leyenda cuenta que Luzbel, el ángel preferido de Dios, tenía un diario donde escribía todos sus pensamientos, se dice que fue hecho con sus propias manos, utilizando los más finos materiales y papel que pudo conseguir en el paraíso, creando una verdadera joya que estuviera al alcance de sí mismo.

El problema fue cuando empezó a experimentar envidia y odio contra Dios y sus creaciones, entonces vació en el libro sus malos pensamientos. Luzbel tenía el diario en sus manos cuando se enfrentó a Dios y cuando fue expulsado del Paraíso. Y fue también condenado, como su creador. Cayendo en la tierra esperando ser encontrado.

Se cuenta que el libro tiene una misión… la misión de recolectar almas para su dueño… tiene el poder de leer la mente del que lo toca, le dice exactamente lo que quiere escuchar, se alimenta de nuestros sueños y deseos, conoce tus miedos y debilidades, y se aprovecha de todo para llevarte a la trampa… pero claro todo esto es apenas un cuento, y en ese momento yo no lo sabía.

Estaba muy triste ese día revisando las cosas de mi abuelo, había muerto luego de una larga enfermedad pero todavía no me acostumbraba a la idea, siempre había sido mi punto de apoyo desde que nací y ahora limpiando sus cosas me sentía perdido. Cuando ordenaba la biblioteca me encontré un libro que se veía muy antiguo, estaba forrado de un cuero muy elegante y adornando la portada unas letras doradas con el título, que curioso ahora no lo recuerdo, lo que no se me olvida es que en la parte inferior de la portada, había una especie de sello muy elaborado y decía: “El mejor libro jamás escrito”. Me llamó un poco la curiosidad, pero nada del otro mundo (hasta ese momento), mis ánimos no eran los mejores.

Sin pensar abrí el libro y leí… la primera frase me hizo salir de mi estado despistado como si me hubieran echado agua fría en la cara, decía: “Nunca estés triste por la muerte de un ser querido, ellos están en un mejor lugar, esperando a que vayas a su encuentro cuando sea tu momento”… wow! Imagino que no debo explicar como me sentí! Fue algo mágico! La novela trataba sobre una pareja que había perdido su hija en un accidente, y como trataban de seguir adelante. Estuve leyendo cada vez que tenía tiempo, pero siempre tenía la necesidad de hacerlo, cada página era como si me hablara a mí, me sentía demasiado identificado con el personaje, aparte que estaba escrito de manera alucinante, las metáforas te llegaban directamente al alma, las palabras estaban unidas entre si de manera magistral… era en realidad un placer sumergirse en esa lectura, y de paso me ayudo mucho en mi depresión. Solo un par de cosas extrañas, no… no extrañas, sino mas bien curiosas me paso durante mi lectura; un día llegue tarde en la noche y decidí dedicarle unos minutos, me acosté en mi cama y comencé a leer, al cabo de un instante me estaba quedando dormido, en un momento de medio lucidez recuerdo haber soltado el libro, cuando lo agarré para colocarlo en la mesa de noche noté que las paginas que continuaban donde yo había quedado estaban en blanco, el resto del libro tenía puras página vacías… claro estaba medio dormido, pude haber estado soñando. Lo otro que me paso fue cuando vi mi lectura interrumpida por una llamada telefónica, al momento de pararme el libro cayó al suelo, cuando lo fui a recoger estaba en una página mucho más adelante, en ella había sólo una frase que decía: “Te jodiste porque es para siempre”… me dio mucha curiosidad saber qué le pasaba a alguno de los personajes de la historia que ameritara algo tan tajante.

Aquí llega el desastre… cuando sufrí el peor desengaño de mi vida… ella me dejó sin más ni más, no me explicó el por qué, no se preocupó por saber que me estaba destrozando la vida, simplemente un día llegó y dijo que todo había acabado. Sentí que mi vida se venía abajo, dejé hasta de salir de la casa a menos que fuera al trabajo, no hacía nada, abandoné todo incluso la lectura de mi preciado libro. Luego de varios días de estar así, me di cuenta que debía distraerme un poco, y por supuesto lo primero que hice fue leer. Casualidad extraña en el libro la mujer del personaje lo abandona porque éste no se resigna a la muerte de la hija y descuida su matrimonio, pero él no se echa a morir, todo lo contrario, decide vengarse de ella… inventa una forma de matarla sin que ninguna sospecha cayera sobre él, luego de pensar varias alternativas decide envenenarla. Consigue la formula de un veneno que no deja rastros en el cuerpo y que hace que la persona muera rápidamente y sin dolor, pero que garantiza que estará consciente hasta el último minuto lo que le da la oportunidad de decirle lo que quiera. Y así lo hizo y todo el mundo pensó que había sido victima de un ataque al corazón. El libro explicaba con detalles cómo preparar el veneno, los ingredientes exactos y la forma de servirlo para que fuera más efectivo. Así que decidí hacerlo yo…pensé que era una forma muy romántica de cometer un asesinato, además allí decía que no sufriría… repetí todo el procedimiento, me tomó cierto tiempo porque los ingredientes eran muy difíciles de conseguir.

Luego de varias semanas lo tenía todo listo. La invité a cenar a razón de querer hablar con ella, aceptó sin poner ningún “pero”, claro no tenía razones nunca la había molestado con nada. Llegamos a restaurante y pedí una botella de vino, en un descuido de ella le coloqué a su copa la solución que era completamente incolora… ella tomó… pero a diferencia del relato, no se quedó tranquila cayendo en un profundo sueño, por el contrario, le dieron fuertes espasmos y empezó a convulsionar en el suelo, le salía espuma por la boca (será que el escritor de la novela se había equivocado con los efectos del veneno o era libertad creativa?) , rápidamente llamaron a una ambulancia, pero no hubo nada que hacer, cuando llegamos a la clínica ya estaba muerta. Me detuvieron casi al instante, la sustancia que salía de su boca poseía suficiente restos del veneno como para matar a 10 personas… además encontraron el frasco cuando me requisaron. Durante el proceso de juicio traté de explicar que una “fuerza externa” se había apoderado de mi y que de allí al crimen, pero eso empeoró la situación, no sólo era un asesino sino que estaba loco… siempre pensé que los locos no tenían conciencia de su condición, pero yo nunca he dejado de estar perfectamente lúcido, pero por otro lado no creo que hubiera sido capaz de matarla estando en mis cabales… Pero bueno, me queda mucho tiempo para pensar las cosas, mi soledad es lo único que tengo en mi cuarto con paredes acolchadas del sanatorio… puedo pensar en mi vida, puedo arrepentirme por lo que le hice, debería pensar muchas cosas... pero no puedo… tengo una frase que me es imposible sacar de la mente… "te jodiste… es para siempre…"