Soy un hombre creyente y temeroso de Dios, por lo que ayer celebré el sacramento de la Confesión (aparte de una terapia que me hizo mucho bien) y el sacerdote me dió la mejor opción que he recibido en la vida; yo puedo ser santo, y estoy llamado a serlo.
Esa es mi meta principal en la vida en este momento. Mejorarme espiritualmente para dejar atrás tanta inmundicia y poder ver los ojos de las personas que amo con dignidad... Sin secretos, pero si con mucho arrepentimiento y deseos de enmendar mi camino.
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