El infinito es relativo
cuando no se tiene a alguien a quien contar,
así nació el verso que dio sentido a mis impulsos
no importaba ser primero, solo importaba tener voz.
No quería perderme en un vacío
de la inutilidad del alma
con excusas y pretextos
por el miedo de nacer original.
La poesía no se vende ni se compra
los poemas son letras al universo, libres como el tenue aire que respiro
¿cómo vender a los lectores?
si son ellos los que me regalan una sonrisa.
La poesía sabia no llega al final
el mundo andaría mejor si así fuera
así que soy feliz soñando con en el mismo viejo roble
que no se compra con lo material.
Mi poesía lucha por vivir
orientado los motivos de porqué estoy más que vivo
con los sueños y esperanzas
de un aliento en la fe humana.
Escribir una poesía
que tal vez no sea poesía,
qué importa si la conciencia
no deja que te roben la felicidad.
El poema es un milagro nacido para vivir
lo imposible cuesta siempre un poco más,
la fuerza de la poesía nos levanta con la ilusión
de querer luchar nuevamente después de cada caída.
Mi poesía es dar lo poco que tengo
en un infinito que es relativo
cuando se tiene siempre
a alguien con quien hablar.
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