Saben amigos...
Si fuéramos eternos, podríamos seguir
posponiendo para mañana todos nuestros asuntos y continuar creyendo que
en el futuro llegará un mejor momento para resolverlos, pero no es así.
Las personas, los trabajos, los proyectos, las oportunidades, los
amores, son como balas contadas de una pistola que se acaban y se van de
nuestras manos para siempre por el terrible cáncer de la indecisión. Y
es que de ninguna manera digo que debamos todos forzosamente buscar el camino
guerrero, el camino emprendedor, o el camino del éxito social.
Esa idea
de convertirnos en humanos de cuerpos perfectos, trabajos perfectos y
vidas perfectas, es solo un invento vano de nuestra época. Lo que sí
digo, es que en la hermosa vida tenemos la obligación de buscar la
felicidad a costa de lo que sea, y que esta felicidad, está casi siempre
detrás del cumplimiento de nuestros sueños.
Si hoy damos el primer
paso, aunque salga todo chueco y aunque probablemente debamos rectificar y
reajustar todo varias veces ya en el vuelo, al menos podremos sentirnos
orgullosos de haber enfrentado el temor y descubrir que nada es
realmente tan difícil como lo habíamos imaginado.
Vernos al espejo y
decirnos lo que siempre nos hemos querido pronunciar en voz alta:
"Hoy ha comenzado mi
verdadera Vida."
Es que saben amigos...
De alguna forma, hoy es nuestra última oportunidad: Tenemos que darlo todo.
Ahí se los dejo...!
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