viernes, 18 de diciembre de 2020

Lluvia...


Tú me dejaste en la insolencia de las breves mentiras
en la arbitrariedad de los extremos
en una calle sin salida.

Tan monosilábico, sin metonimia
sin canto, sin sinfonía
Sin nada que apriete
sin nada que sostenga.

Y de repente nos vemos de vuelta
pisando los besos de papel
las hemorragias de feligresías
los votos, las castidades
la acumulación de antigüedades.

Ya no morimos el uno por el otro
Olemos a libros viejos
amarillentos y con las hojas a medio caer.
Ya no gastamos en alzarnos la voz
ni siquiera para decir nuestros nombres
Ya no regresamos la mirada a las sábanas
ni para medir los resultados.

Solo vamos dando vueltas 
solos
crispados de ternura y de miedo
con las manos tapadas de tanto frío
y el aceite de nuestras velas cayendo a prisa por nuestras sombras,
contando los sonidos que restan la infinitud
quemando todas las plegarias.

Sin correr, nos derretimos
y por el piso el deseo intenta una mala pasada,
una jugarreta a tientas para devolvernos el antifaz.
Yo solo se que  no quiero tu paganismo
Ni tú mi cruel estoicismo.

Y a los cinco segundos,
la lluvia se hace cuerpo.

jueves, 17 de diciembre de 2020

Recuerdos...

 Te recuerdo...


Eras la maleta ligera del viajero
que esperaba al borde del camino.


Te recuerdo...

Eras la melancolía embotellada
y olvidada en un rincón.


Te recuerdo...

Eras las cadenas de un inocente prisionero
que en su celda daba todo por perdido.


Te recuerdo...

Eras el retrato de la mujer amada
en manos de un soldado contra el paredón.



Te recuerdo...

Eras los ojos de un animal fiero
cuando una presa había abatido.


Te recuerdo...

Eras una melodía desencadenada
con la que lloraba de emoción.


Te recuerdo...

Eras una aguja bordando sobre cuero
que en cada punto perdía el hilo.


Te recuerdo...

Eras esperanza en la fría madrugada 
calentando a mi corazón lleno de desesperación.


Te recuerdo...

Eras la poesía que tanto quiero
cuando mi mente está llena de ruido.


Te recuerdo...

Estabas llena de vida, ahora eres nada
y dejaste un camino de desolación.



Hoy... ya no te recuerdo.

Noches de Pandemia


Me gustas así cínica y rebelde
Felina carcomida por ratones
Reincidente en tu consumo
Fugaz como la trascendencia de la vanidad
Tan chaleco antibalas

Un collar de esmeraldas eléctrico a punto de apagarse
Una bofetada en la cara del pasado, de Dios
Angosta de palabras e infinita de deseo
Mitad máscara, mitad respuestas.

Hincha a muerte del amor que no conoces.
Kamikaze que se estrella contra el espejo.
¿Por qué no me das tu otra mejilla y colgamos los guantes?

Déjame ganarte esta vez todas las ganas que te tengo.
Hay algo que nos espera en medio de tanto fuego...
Los estallidos de un revólver  
Besos catatónicos

Una noche en cuarentena.

Pensamiento


Vivir sin metas es muy aburrido.

Vivir sin saber cuales son tus metas es muy frustrante.
Mi frustración ha llegado a tal límite que se ha adueñado de mi día a día.
No me deja convivir con mi entusiasmo, mis ganas de todo, de comerme el mundo y conseguir lo que me propongo.

Así que, si alguien encuentra mi motivación, por favor, díganle que la necesito.

miércoles, 16 de diciembre de 2020

Calor

 


La única bendición era su mano levantada para parar el taxi.

Sus ojos de nicotina, la expresión extraña de lo que no dura.
Monsieur, llévela al balcón... no hay autoridad a la que respetar.
Quizá un álbum de familia, una dinastía desconocida, un símbolo, un cliché. 
Pero no.

El calor totémico quema.
Una súplica de frío es inútil.
Alguna fantasía náutica es lejana.
El balcón, es todo lo que tenía.

miércoles, 9 de diciembre de 2020

Finale...

 


Sin querer va dejando marcas rojas en la acera mientras camina... puntos suspensivos de un destino tan incierto, como próximo e inminente.


La sangre que corre por su pierna, y llega al largo tacón de su zapato, delata el final de un viaje que comenzó con un: "¿y si?"

martes, 8 de diciembre de 2020

ESCRITOS aleatorios...


I
Escribir para dejar un pedazo de vida y otro de muerte en cada palabra; 
y en el silencio, algo de nuestro hades.

II
Tu boca, aquella, destinada a ser vapor.

III
Tan guillotina desafilada,
Tan carne caducada,
Tan sol de mediodía,
Tan inútil es la melancolía.

IV
Tan inmunes al exorcismo que cuesta el olvido,
irredentos por inconmensurables.
Metidos hasta el fondo en el hoyo.

Nosotros...

lunes, 7 de diciembre de 2020

Alma


Ya no se puede sentir con el alma cansada

Lo único que queda es la nada,
el único material del que a la final estoy hecha.

Ni el no sentir nos angustia
sino la capacidad del alma de autoconsumirse.
Nada qué sentir
Alma no tienes nada que hacer
Decir que existes bastará 
para fingir que sigo siendo humano
y distinguirme del folclor autómata.

Mentir que aún tengo alma
aunque bien puedo prescindir de ella.
Angustia tonta a la que nos llama el mundo,
creyendo que sin alma la existencia es un crimen absurdo.

El crimen es fingir que existe cuando el cansancio la ha devorado
cuando el infinito es un engaño
cuando el amor es solo una dulce repetición.

Me he quedado sin alma, puedo prescindir de ella.

Y no, nada me angustia,
más que la mortífera condición de que un día vuelva a la vida. 

martes, 1 de diciembre de 2020

Azul...

 


Ella se para al lado del basurero, así se siente más hermosa.

La enorme distancia del metro al sur se acorta en el gemido de su tacón a medio romper.
Las medias desgarradas, el pelo azul, los labios mórbidos.

¿Para qué viniste? Ahogas la pregunta en el timbre de la puerta.
La casa está impersonalmente llena.
El diván es una sombra recogida y grapada contra la pared.
Abres el teléfono con la misma solemnidad que el acta de graduación.

¿Lo ves? Nadie te espera, todos se han vuelto sombras grapadas.

Gracias. Hasta luego. La fiesta…

Ha sido todo.