Te recuerdo...
Eras la maleta ligera del viajero
que esperaba al borde del camino.
Te recuerdo...
Eras la melancolía embotellada
y olvidada en un rincón.
Te recuerdo...
Eras las cadenas de un inocente prisionero
que en su celda daba todo por perdido.
Te recuerdo...
Eras el retrato de la mujer amada
en manos de un soldado contra el paredón.
Te recuerdo...
Eras los ojos de un animal fiero
cuando una presa había abatido.
Te recuerdo...
Eras una melodía desencadenada
con la que lloraba de emoción.
Te recuerdo...
Eras una aguja bordando sobre cuero
que en cada punto perdía el hilo.
Te recuerdo...
Eras esperanza en la fría madrugada
calentando a mi corazón lleno de desesperación.
Te recuerdo...
Eras la poesía que tanto quiero
cuando mi mente está llena de ruido.
Te recuerdo...
Estabas llena de vida, ahora eres nada
y dejaste un camino de desolación.
Hoy... ya no te recuerdo.
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