miércoles, 8 de octubre de 2025

Pues no...

No te odio, porque a pesar del daño, de las mentiras, de la veces que todo parecía verdad y sólo era un cuento más, yo también aprendí.... Me ayudaste a madurar, asimilar que no siempre me van a querer como yo lo haré.

Que no van a sostener mi mano cuando lo necesite, que no van a abrazarme cuando el espíritu  se me esté cayendo a pedazos. Que no siempre tendré los besos que calman el alma o las palabras de aliento para seguir adelante.

Porque toda esta crisis en la que tuve que deducir que no eras tú, que siempre fui yo... también me ayudó a crecer.

Y vaya que está bien, te solté, pero jamás olvidé que te quise, que no fue un error, fuiste de gran ayuda para saber cómo volver a estar de pie...

No hay comentarios: