jueves, 7 de abril de 2016

Ocurrió una noche


Al salir del bar había un fuerte viento, por lo que casi se le caen las bolsas con el pan y algunos víveres que había comprado antes de decidir tomarse algo... mojar un poco el estrés del día en cerveza... su esposa lo esperaba para cenar, pero había tiempo... la calle estaba vacía y ya había oscurecido... se arregla la chaqueta y emprende su camino...
- Buenas noches, disculpe caballero, podría usted ayudarme?

Casi se muere del susto al ver a un hombre sentado en la acera, juraría que segundos antes no había nadie allí... estaba muy bien vestido, tenía un gran anillo de oro con una gema que no podía identificar, y una esclava del mismo mineral que debía valer muchísimo... en fin no tenía aspecto de mendigo, por lo cual decidió acercarse.

- Si dígame, en qué puedo ayudarlo?
- He tenido un día muy malo, me da mucha vergüenza, pero tengo hambre... podría usted ayudarme?

Recordó los víveres...

- Por supuesto, aquí tengo un poco de pan si le apetece?
- Disculpe, pero no puedo comer pan...
- Bueno si quiere entramos un momento al bar y le pido una comida caliente.
- De verdad disculpe, pero tampoco puedo comer eso?
- Y entonces, cómo podría ayudarlo? - Le dijo acercándose.

En una fracción de segundo... sin tiempo para la más mínima reacción... el mendigo se le abalanzó encima... cuando experimentó un frío eterno de muerte... los colmillos del vampiro entrando en su cuello... sintió como la sangre se escapaba de su cuerpo y se desvaneció...

Cuando por fin volvía en sí... se vio sentado nuevamente en el bar... estaba en la misma mesa con el caballero que momentos antes lo había atacado... se descubrió a sí mismo con la mano cubriendo la herida del cuello, mientras con atención escuchaba a su misterioso acompañante... éste le explicaba que solamente había saciado su apetito, que no lo había infectado, que se quedara tranquilo, que le aceptara una copa; luego lo acompañaría a su casa... y por supuesto... gracias por la ayuda....

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