viernes, 8 de abril de 2016

Chloe

Chloe no sabía que era bonita... y nadie se lo dijo (nadie se lo había dicho nunca) lo descubrió por sí misma el día en que se convirtió en mujer, ese día en que el cuerpo le informa a las niñas que, irremediablemente, ya son mujeres. En ese momento tuvo conciencia de su belleza, y de muchas otras cosas... de todo. 

Ese día aparecieron sus poderes...

Producto de una tragedia, su madre nunca la quiso, siendo una adolescente fue víctima de una violación masiva que la dejó embarazada. No quiso abortar, no por amor a la criatura, sino por cobardía ante la posibilidad de su propia muerte. Pero al nacer la niña se la entregó a su padre y se escapó... desapareció, para nunca regresar.

Su abuelo la amo infinitamente desde el día que la vió salir del cuerpo de su madre... y la cuido como una extensión de su propia hija... No la había perdido, se había transformado en esa criatura de ojos grandes y expresivos. Él fue el encargado de registrarla, de darle nombre y le puso Chloe que significa "nacimiento", un brote de verdor en su vida solitaria.

Vivían en un pueblo muy pequeño, casi olvidado salvo por los que allí habitaban. Tenía una modesta librería, llena de clásicos, no llegaban los libros de moda, no existían los best sellers. Pero había mucho amor, aventuras, muchas historias que llenaron la vida de Chloe de fantasías infinitas. Era feliz.

Practicamente desde que nació su abuelo la llevaba con él a su librería, todos los días, hasta que tuvo edad de ayudarlo a atender el negocio. Creció entre fantasmas, dragones, magia y amor. Eran ellos dos, pero no estaban sólos, compartían el amor por la lectura y se tenían el uno al otro.

El día de su primera mestruación, también fue el día que aparecieron sus poderes... Lo primero que percibió fue su propia hermosura, se había convertido en una bella joven, de curvas generosas y porte interesante (sintió vergüenza... Será que así la ven los chicos del pueblo? Cómo podría andar tranquila por la calle?) pero se tranquilizó, hay cosas que no se pueden cambiar, para qué preocuparse?

Pasaron unos años pero sus poderes no se limitaron a la conciencia de sí misma, todo lo contrario, se incrementaron. Empezó a "ver" qué necesitaban leer las personas apenas entraban a la tienda. A veces ni ellos mismos tenían idea de lo que les hacía falta en la vida, pero Chloe si y se lo entregaba a través de los libros. La afluencia de clientes aumento de manera dramática, todo el mundo sentía que en esa librería conseguirían las palabras que estaban buscando, lo que necesitaban escuchar. El abuelo notó con asombro y satisfacción el incremento de las finanzas familiares, pero también se dió cuenta de que Chloe cada vez estaba más distraída, absorta en sus pensamientos. Todo iba bien hasta que Chloe empezó a ver el futuro de las personas apenas entraban por la puerta y se sentía responsable... No hizo nada cuando vió que a la florista le quedaban pocos días de vida a causa de un accidente casero... notó cuando Katherine, su mejor amiga, perdió la virginidad y vió al embrión fecundado, pero también supo que en pocas semanas su padre la botaría de la casa, su novio se desentendería del asunto y tanto Katherine como su hija morirían ambas en el intento de aborto.

Pero también se dió cuenta de él... apenas entró en la librería supo que era el amor de la vida de aquel humilde muchacho, se casarían y tendrían una vida feliz y un hogar bonito, vió cuando le fue infiel borracho en una fiesta, pero notó su arrepentimiento sincero y vió cuando lo perdonaba, y al notar el perdón verdadero conoció la Misericordia y sintió felicidad... todo lo vió cuando el chico ni siquiera se había fijado que ella estaba allí, así que no se sorprendió cuando él se quedo petrificado al encontrarse las miradas por primera vez... la magia existe... en todos nosotros.

El abuelo veía complacido la relación de su nieta con el muchacho, que a pesar de su pobreza, era un joven muy trabajador y honesto. Dentro de sus muchas limitaciones llenó a Chloe de un universo de pequeñas cosas. Se casaron en una modesta pero linda ceremonia luego de un par de años de un noviazgo como sólo puede lograrse en un pueblo pequeño, un romance lleno de ilusiones, inocencia, pureza y, sobre todo, amor, mucho amor. Estaba tan feliz que no le dió importancia a las molestias cada vez más frecuentes en el cuello. Cuando decidió ir al médico, tan testarudo que era en su renuencia a los hospitales, ya era tarde; el cáncer había hecho metástasis y se había propagado a varios órganos vitales. El doctor lo mandó a su casa para tener "calidad de vida" mientras venía la señora Muerte a llevárselo en un abrazo tierno y cálido.

Chloe lloraba y se culpaba por no haber visto la enfermedad de su abuelo, pero el amor hace eso, tapa con su brillo todo vestigio de oscuridad.

El viejo era muy querido y el pueblo en su totalidad asistió a despedirlo y brindarle sus respetos a Chloe, acompañada siempre de la mano de su esposo, en su dolor tardó en fijarse en la mujer que mirada de lejos, escondida detrás de un árbol, pero al verla lo supo... era su madre, se desprendió de la mano del joven y se levantó...

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