Gracias

Gracias a los que nos engañaron. A los que nos traicionaron. A los que nos humillaron. A los que nos vendieron cuentos que ni ellos mismos se creían.

Gracias a los que nos hicieron daño y pudieron seguir durmiendo. A los que nos impidieron soñar con un futuro mejor. A los que nos quisieron mucho, pero lo hicieron muy mal. A los culpables de que cometiéramos el error de dejar de querernos.

Gracias, porque ahora somos mucho más fuertes, más sabios, más valientes, más auténticos.

Nos enseñaron que nos merecemos todo lo mejor. Que con la ilusión no se juega. Que querer es sencillo, que el amor no duele. 

Gracias... Le hemos ganado la batalla al rencor, al odio, al miedo. Hemos vuelto a confiar en nosotros mismos, a valorarnos y a respetarnos.

Gracias, eras tú, no yo...

Estabas en lo cierto, hemos comprendido que la vida es demasiado corta como para olvidarnos de soñar despiertos, de apasionarnos hasta quedarnos sin aliento, de abrazar, de besar, de descubrir, de querer y de querernos.

Hemos entendido que la vida es un suspiro.

Que ser feliz es una decisión y para decidir siempre estamos a tiempo.