Una cosa que me parece
bastante atractiva es hacer lo contrario de lo habitual, las respuestas
inesperadas, las actitudes deliberadas, esas que no van con lo esperado. El
desafío de la caricia por el golpe, la locura que rompe el orden establecido… la grandeza de ir no un poco, sino mucho más allá… desconcertar…
Y a quién le puede
importar, si llena tanto por dentro, si es un bálsamo para la humanidad para el
alma… por qué no desafiar?
De qué depende amar, de
qué?… Muchos dirán… y que es
amar? Yo les diría: amar es dar, y más que dar, es
darse hasta la saciedad, hasta sangrar… Como decía
Khalil Gibran:
“Pero, si amas y debe la
necesidad tener deseos,
que tus deseos sean éstos:
Fundirse y ser como un arroyo que canta su melodía a la noche.
Saber del dolor de la demasiada ternura.
Ser herido por nuestro propio conocimiento del amor.
Y sangrar voluntaria y alegremente”
que tus deseos sean éstos:
Fundirse y ser como un arroyo que canta su melodía a la noche.
Saber del dolor de la demasiada ternura.
Ser herido por nuestro propio conocimiento del amor.
Y sangrar voluntaria y alegremente”
Se dice que nacimos para
ser felices, pero creo que nacimos para amar… esa es la
verdad, y es desafiante, es tan contraria a lo enseñado, que eres un loco
si amas demasiado…
Y me parece tan atractivo
desentonar, desconcertar de esta manera…
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