La vida es una puta mierda, y lo sabes. Si no es así es porque estás
cegado por algún efímero período de falsa felicidad pasajera, porque
eres un cínico o porque eres un imbécil descerebrado y tu limitación
intelectual te impide alcanzar a comprender la realidad.
No eres
más que un poquito de mierda de perro en la inmensidad del cosmos, un minúsculo
pedazo de bazofia cuyo destino no está regido por el "bien" que puedas haber hecho, nada se siembra y nada se cosecha. Es que ni siquiera tienes destino.
Tu patética
existencia tocará a su fin en el momento menos pensado. Quizás seas
aplastado de forma fulminante por el cruel engranaje del universo, que
gira y se mueve irrevocablemente;
- "Uy perdona! Es que estorbabas" -.
Nadie se disculpará. Ya no existes. Qué más da?
Si
tienes suerte morirás decrépito y marchitado por la edad, bañado en tus
propios fluídos que no pudiste controlar y rodeado por trozos de carne
corrompidos a partir de fragmentos de tu ADN.
Igual la suerte
te sonríe y un día cualquiera al cruzar la calle un desgraciado
malnacido que no merece ni el oxígeno que ha gastado en los años que ha
estado infectando al mundo con su presencia, borracho y al volante de su
carro, te hace un favor y termina con toda esta farsa.
También puedes hacerlo tú, pero eso ya depende de ti.
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