Qué queda atrás del
silencio?
El recuerdo de lo que
fuimos, o el de lo que quisimos ser?
No fui capaz de decir lo que
sentía porque no quería que fuera más difícil para ti, o para mí o para los
dos. Porque en verdad desde que nos conocimos todo fue siempre una despedida…
Cómo explicarlo?
Yo te vi y te quise mía, me
quise contigo. Encontré algo que siempre había buscado, y proyecté en ti muchas
palabras que en mi cabeza aún buscaban un destino. Lo hice porque lo sentía.
Vinieron miradas, roces, vergüenza, huidas y escondites. Vinieron noches y más
noches. Un día llego un beso, y luego algunos más. Llegaron tus ojos que me
dieron vida, aire, aliento y calor contra todo mi frío.
Acariciar tus pechos: para qué sirven las manos si no para eso,
no? Sentirte cerca, diminuta, cautiva, capaz de hacerme daño o de curarme.
Dormir abrazados.
Como disfruto ese momento,
el acto insignificante de tu cuerpo junto al mío. Del insomnio de la duda de
que al despertar ya no estuvieras. Como un sueño. Un amor como un secreto.
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